La realización del proyecto del Centro Comercial Privado de APARCISA en lugar del Mercat Central Municipal d’Elx suponía el realojamiento de los comerciantes del Mercat en otro emplazamiento durante las obras.
Se plantearon varias ubicaciones pero, finalmente, la Junta de Gobierno (formada por miembros de un PP ya en minoría en el Consistorio tras sus conflictos internos) decidió, de forma unilateral y en contra de criterios técnicos que aconsejaban otra ubicación, emplazar el Mercado Provisional en el Jardín de La Pasarela. Con ello se vulneró Normativa del Plan General de Elche (arts. 55 y 105, clave G), que impide construir edificios en un parque, ignorándose asimismo el procedimiento para la obtención de la licencia ambiental y, de paso, la exposición y alegaciones al proyecto de implantación de un edificio para un uso contemplado en el listado de actividades molestas nocivas e insalubres como es un mercado.
El argumento utilizado para construir un edificio sobre un jardín público, algo prohibido por normativa, se basó en la acumulación en ese emplazamiento de toda la edificabilidad de la zona verde de la ladera del río Vinalopó comprendida entre el puente del Bimilenario y el de la Generalitat. Un razonamiento totalmente absurdo, porque con esa misma justificación se hubiera podido construir un edificio mucho mayor con sólo afectar mayor superficie de zona verde del propio río.
Así que en un visto y no visto arrasaron todos los árboles, palmeras y especies vegetales del jardín e instalaron allí un edificio que nada tiene de provisional ni de desmontable. Pero además, el presupuesto inicial para la construcción del Mercado Provisional de 400.000€ (de los 10.000.000€ -sin IVA- del coste total de las obras del proyecto del Centro Comercial), según la empresa concesionaria pasaron a convertirse en 1.100.000€. Ello da una idea de la fiabilidad del presupuesto del proyecto total y del Plan de Viabilidad ya que, aplicando esas desviaciones de costes, el coste real de las obras pasaría de 12.100.000€ a 33.550.000€. Y en ese caso ¿alguien tiene alguna duda de quién pagaría el desaguisado?
Pero aún hay más porque, según los datos de los que disponemos, las cantidades entregadas por los comerciantes a APARCISA para tener sus puestos en el mercado provisional rondarían, a fecha de mayo de 2017, los 350.000 € entre entregas y alquileres. Algo que ya habría motivado el abandono de los puestos por parte de algunos comerciantes, perdiendo con ello el derecho a devolución de las cantidades entregadas a la empresa.
Una vez más los hechos desmontan los mitos que tratan de difundir quienes quieren construir el Centro Comercial a toda costa, como cuando dicen que “el aumento ventas compensará el aumento de costes de los placeros” o que “el patrimonio público no se verá afectado”. No resulta difícil deducir quién paga y quién gana en este negocio.