Estos tratados también tienen un indudable carácter geoestratégico, ya que la creación de un nuevo bloque económico  global arrinconaría a las potencias emergentes como China, cuyo rápido crecimiento pone en peligro la supremacía del dólar como divisa de intercambio internacional. Pero en ningún caso debemos de verlo como un conflicto entre países, sino más bien como una estrategia de quienes controlan la mayor parte de la riqueza mundial para aumentar su poder y obligar a los nuevos ricos de los países emergentes a buscar acomodo en el actual sistema económico que ellos controlan.
Un vistazo al mapa de los países que negocian el TISA (un acuerdo internacional sobre el comercio de servicios y que es complementario a los anteriores) ilustra muy bien esta visión de estrategia a nivel global.

TISA: Australia, Canadá, Chile, Taipei, Unión Europea, Hong Kong, Islandia, Israel, Japón, Liechtenstein, Nueva Zelanda, Noruega, Corea del Sur, Suiza, Estados Unidos, Colombia, Costa Rica, México, Panamá, Perú, Turquía, Pakistán, Paraguay