La descabellada idea de construir un gran aparcamiento subterráneo en el centro de Elche no es algo nuevo. Que se lo pregunten al actual Director General de Industria de la C. V. y ex alcalde de Elche que lo intentó en más de una ocasión.
Pero fue su delfín y sucesor socialista en la alcaldía quien, disfrazándolo de proyecto de Nuevo Mercado Central, estuvo a punto de conseguirlo. Era un proyecto destructivo del patrimonio arquitectónico y arqueológico, del entramado cultural y la sostenibilidad medioambiental del Centro Histórico, pero era una inversión pública. Eran otros tiempos. Se oyeron voces en contra desde el interior del propio ayuntamiento y desde fuera de él. Sin embargo, en el último Pleno antes de las elecciones, todo se fue al traste. La posición minoritaria del PSOE no pudo con la negativa del PP y de Compromís, socio de gobierno pero contrario al proyecto. El Pleno del Ayuntamiento lo rechazó.
Tras las elecciones de 2011, la nueva Corporación del PP, que antes había dicho no, hizo suyo el proyecto socialista con un pequeño matiz: que se convocara un concurso para que una empresa privada hiciera el nuevo Mercado “a coste cero”, es decir, quedándose durante 40 años su uso y explotación total, exento de todo tipo de impuestos municipales y, pasado el plazo, la propiedad definitiva de buena parte de él, a cambio de construir el edificio.
Fue la gota que colmó el vaso. La contestación ciudadana se movilizó como por un resorte pocas veces antes visto en Elche y, aglutinados en la plataforma Salvem el Mercat, plantaron cara al proyecto del Centro Comercial Privado del PP. Se crearon perfiles para la difusión en redes, además de charlas de debate, Tribunas de Opinión, alegaciones a las iniciativas municipales, actos para recaudar fondos, demandas ante los tribunales, Manifiestos a la opinión pública… Transcurría la legislatura con avances lentos y entre disputas. Todos partidos políticos, menos el PP, se unieron a la contestación, se incorporaron a la plataforma Salvem el Mercat, participaron en sus actos, firmaron sus manifiestos y llevaron en sus programas electorales la paralización del expediente del Proyecto, haciendo suya la propuesta de Rehabilitación del Edificio y de su Entorno. El PP, pese perder la mayoría absoluta, en contra del mandato del Pleno del Ayuntamiento de paralizar el expediente, en minoría, adjudicó el contrato a la empresa APARCISA, en un procedimiento absolutamente opaco.
Las elecciones de 2015 dieron un vuelco a la situación y el PP quedó fuera del gobierno municipal. Pero lo que parecía una decisión tomada antes de las elecciones, se transformaron en excusas sobre lo deseado y lo posible, justificaciones en base a una indemnización recién vislumbrada, prisas y estrategias partidistas maduraron el cambio de posición política de 3 de los 5 partidos contrarios al proyecto.
La contestación, perdido el anterior apoyo de algunos partidos, nuevamente organizada entorno a la plataforma Salvem el Mercat se incrementó con nuevos grupos, plataformas y asociaciones que implementaron nuevas y fundamentales acciones, junto a las de los grupos, sindicatos y partidos que desde el inicio y hasta el final han mantenido la defensa del Patrimonio Público y de la Rehabilitación del Mercat. Juntos mantienen el cuestionamiento absoluto del proyecto del Centro Comercial Privado en todos sus aspectos: patrimonial, urbanístico y de movilidad, económico y de propiedad, de participación y transparencia, cultural y de sostenibilidad.
Perdida la confianza en el gobierno local los ciudadanos han dirigido su mirada a otras instancias de representación y tutela : El President de la G.V., a Consellería de Cultura, el Conseller de Transparencia, el Síndic de Greuges y el Defensor del Pueblo .
El tiempo dirá si tanto esfuerzo contra la sinrazón ha servido de algo.
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